La industria minera a nivel mundial se enfrenta actualmente a una importante escasez de mano de obra, la cual se suma a los retos actuales de aumentar la producción y gestionar las operaciones ante la rápida fluctuación de los precios de los minerales.
La ubicación remota de muchas minas representa un desafío inicial ya que los largos trayectos y vuelos constantes suponen un reto para el personal con el paso del tiempo. Estudios recientes destacan que la minería no siempre es una de las principales opciones profesionales para los jóvenes, lo que complica aún más los esfuerzos por atraer nuevos talentos. Además, una oleada de jubilaciones está a la vuelta de la esquina en el sector, lo que amenaza con ampliar la brecha laboral e intensificar los problemas de personal.
Si no se abordan estos retos de mano de obra, la capacidad de la industria para satisfacer las demandas de producción y aprovechar las oportunidades del mercado podría verse gravemente afectada . La escasez de personal cualificado no sólo impacta en la eficiencia operativa, sino que también pone en riesgo la sostenibilidad del sector a largo plazo.
Mientras el sector sortea estos obstáculos, las soluciones innovadoras y la planificación estratégica de la mano de obra serán cruciales para asegurar su futuro. Hay que examinar métodos de trabajo más inteligentes y no necesariamente más duros para determinar las oportunidades más rentables de "resolver" o al menos mejorar la situación laboral actual antes de que se convierta en una crisis en toda regla.
La práctica hace al maestro: el poder de la formación
Uno de los primeros lugares donde empezar a buscar oportunidades ocultas es examinando los programas de formación actuales y previstos que se han puesto en marcha. La minería moderna implica una amplia variedad de funciones y competencias especializadas, como desde conocimientos sobre el tratamiento de minerales, técnicas de mantenimiento, manejo de equipos, comprensión de la gestión de inventarios y familiaridad con la automatización y las herramientas digitales.
Para complicar aún más las cosas, muchas plantas tienen distintos tipos de equipos, así como diferentes modelos y marcas de máquinas en sus diagramas de flujo. Por ejemplo, los equipos de obra pueden necesitar saber cómo manejar y mantener equipos de trituración y cribado, molinos, sistemas de filtración hasta filtros y otros procesos de deshidratación.
Otra complejidad añadida es que todas estas máquinas deben funcionar de forma integrada, ya que los problemas en una fase del proceso suelen afectar a otros equipos situados aguas abajo de donde se produce el primer problema. Es fácil ver cómo puede surgir una laguna, ya que la rotación normal puede provocar la marcha de personal cualificado y que los miembros del equipo de sustitución se pierdan información crítica o conocimientos adquiridos tras años de experiencia.